Con el Motu Proprio Apostolicae Caritatis, del 19 marzo 1970, Pablo VI instituyó la “Pontificia Commissio de spirituali Migratorum atque Itinerantium Cura”, con el objetivo de ocuparse del estudio y de la aplicación de la pastoral para “la gente en movimiento”: migrantes, desterrados, refugiados, prófugos, pescadores y marineros, viajeros y personal de aviación, los pertenecientes al transporte por carretera, nómadas, los activos en circos y parques de atracciones, peregrinos y turistas, así como para todos los grupos de personas que por diversos motivos están relacionados con el mundo de la movilidad humana, como los estudiantes en el extranjero, los especialistas y técnicos que, a causa de grandes obras o para la investigación científica de ámbito internacional, deben desplazarse de un País a otro.
Hasta aquella fecha la competencia para los diversos sectores de la movilidad humana era atribuida a diferentes departamentos de varias Congregaciones Romanas. En la segunda mitad del siglo XIX, la Congregación para la Propagación de la Fe era la encargada de ocuparse del “movimiento”. Más tarde, sobre todo gracias a las iniciativas del Beato Obispo Giovanni Battista Scalabrini, se erigió un “Departamento para la Asistencia Pastoral de los Emigrantes”, integrado en la Congregación Consistorial. Después de la Segunda Guerra Mundial, en 1952, Pío XII instituyó el “Consejo Superior para la Emigración”, dentro de la misma Congregación, ahora llamada Congregación para los Obispos.
En el mismo año y dentro del mismo Dicasterio fue fundada la “Obra del Apostolatus Maris” a favor de los marítimos. Luego, en 1958, el mismo Pío XII confió a la indicada Congregación la tarea de procurar la asistencia espiritual de los fieles que trabajan a bordo de los aviones, así como también de los pasajeros que viajan en ellos; a esta institución se le dio el nombre de “Obra del Apostolatus Coeli o Aëris”. Por su parte, Pablo VI fundó, en 1965 y siempre dentro de la Congregación Consistorial, el “Secretariado Internacional para la dirección de la Obra del Apostolatus Nomadum”, con el propósito de “proporcionar consuelo espiritual a una población que carece de domicilio fijo y también a las personas que viven en condiciones análogas”. En 1967 también la Congregación para el Clero fue dotada con un Departamento que debía garantizar la asistencia religiosa a todas aquellas personas que se cuentan en el mundo del turismo.
Con el Motu Proprio Apostolicae Caritatis las competencias para los diversos Sectores de la movilidad humana fueron reunidas en la “Pontificia Commissio de Spirituali Migratorum atque Itinerantium Cura” y ésta era establecida como dependiente de la Congregación para los Obispos. Situación que cesó con la Constitución Apostólica Pastor Bonus, del 28 junio 1988, que mudó también su nombre.